¿Alguna vez te has plantado frente a un espejo y te has formulado preguntas a ti mismo? Sí, no frunzas el ceño ante semejante interrogante porque seguro que lo has visto en miles de películas. Aquello de cuando el protagonista se encierra en el baño para ensayar lo que le tiene que preguntar a alguien en un momento crucial. O cuando se cuestiona cosas sobre su persona, como si su propio reflejo le fuese a responder. Pues tal vez ha llegado el momento de hacerlo si estás pensando en arrendar una vivienda. Porque existen momentos en los que tienes que pararte y reflexionar, mirar en tu interior y prepararte. Si ardes en deseos de arrendar una propiedad, mírate a los ojos para saber si realmente estás listo para esa etapa. Hazte las siguientes preguntas y sé honesto contigo mismo.
Venga, cierra el pestillo del lavabo y no salgas hasta que no tengas las cosas claras. Y no hay que ponerse así, tampoco irás a invocar ningún espíritu.
1. ¿Qué vivienda me puedo permitir según mis ganancias?
Esa debería ser una de las primeras preguntas que deberías formularte. En tu mente debe dibujarse de forma clara un plano de la vivienda que deseas arrendar. Y eso lo sabrás en función de tus ingresos, por supuesto. Tus riquezas determinarán si te puedes permitir una mansión como la de Alejandro Santo Domingo; serán tus honorarios los que te hagan optar por el apartamento de un liliputiense. Si consigues mantener los pies en el suelo, seguro que encontrarás la casa que más se ajuste a tu situación laboral.
2. ¿Qué gastos puede acarrear el arriendo de un inmueble?
Uno tiene que hacerse una idea de los gastos que va a suponer arrendar una propiedad, con todo lo que ello conlleva. Y no nos referimos solamente a los suministros mensuales – que no desaparecen ni con agua caliente – sino también al desembolso inicial de cualquier arriendo. Es decir: la primera mensualidad, la fianza y lo que debes pagar a la inmobiliaria en caso de no arrendar a través de un particular. Y si no conocías todos estos conceptos, ya puedes incorporarlos a tu día a día en caso de querer arrendar un inmueble.
3. ¿En qué zona quiero vivir?
Imaginamos que tendrás preferencias. Existen multitud de factores que influyen en esa decisión. Algunos quieren vivir cerca del trabajo, otros prefieren no alejarse de sus amigos. Incluso también están los que aspiran a vivir en un sitio nuevo, aquel que les permita empezar de cero para hacer borrón y cuenta nueva. De ahí que sea importante poner un punto en el mapa antes de empezar a buscar. Verás que los precios de la vivienda cambian más que el color de un camaleón dependiendo de la zona que elijas.
4. ¿Necesito un agente inmobiliario?
Es posible que te veas un tanto perdido entre tantos precios, tantas zonas y tantos tipos de inmuebles. Si es así, tal vez precises de la ayuda de un profesional del sector, alguien que entienda cómo funciona el mercado y que te pueda orientar. Porque un agente inmobiliario es capaz de encontrar apartamentos con precios más baratos que la media, siempre hallará alguna oferta que se ajuste a lo que deseas. Te ofrecerá la garantía de que sus inmuebles reúnan las condiciones para ser habitados. Puede llegar a ser el faro que te ilumine en medio de la tormenta inmobiliaria. ¿Y no querrás naufragar, verdad?
5. ¿Tengo toda la documentación que me solicitan?
Trata de reprimir cualquier mueca de sorpresa cuando oigas el nombre de algún documento que no conozcas. Aunque deberías conocerlos todos, o casi todos. Un propietario siempre suele pedir la última nómina de tu trabajo y un aval bancario. Y como esa documentación seguro que te suena tanto como las canciones de Shakira, sólo tendrás que hacerte con ella. Con la documentación, claro.
6. ¿Lo prefiero amueblado o sin amueblar?
Si entras en la casa y te das cuenta de que ésta ya cuenta con una cama, mesa de comedor, sofá y armarios, pregunta si el mobiliario se incluye en el precio. Te encontrarás con mil opciones distintas: tal vez el propietario tenga la intención de retirar los muebles, aunque también podrías estar interesado en ellos y pagar una suma más elevada para quedártelos. O puede ser que el apartamento esté más vacío que una iglesia a las tres de la madrugada. De ese modo, tendrás que amueblarlo tú mismo.
7. ¿Cuánto estoy dispuesto a pagar de depósito?
Calcula de antemano lo que puedas permitirte. Los depósitos pueden variar en función del tipo de arriendo por el que te decidas. Existen agencias inmobiliarias que pueden pedir más de un mes de depósito, pues se les abona una mensualidad extra como comisión por sus gestiones. Y por otro lado están los propietarios, que pueden solicitar diferentes sumas dependiendo de lo que crean más conveniente. Piensa seriamente sobre las cantidades a desembolsar como entrada, pues pueden perjudicar tu economía.
No dudes en formularte estas 7 preguntas antes de tomar una decisión precipitada. Aunque si te ves del todo preparado para arrendar una vivienda, consulta las opciones disponibles en iCasas.
Fuente de la fotografía: https://www.puntopropiedad.com/arriendo/apartamentos-cundinamarca/arriendo-hermoso-apartamento-normandia_161058?param-urlBase=/arriendo/residenciales-cundinamarca-2_0_15_0_0_0 – Coldwell Banker Latina Negocios Inmobiliarios