Ocho millones de historias tiene la ciudad de Nueva York, cantaría el gran Rubén Blades. De igual manera, ocho millones de personas tiene Bogotá. Una cantidad de personas que convierte la capital colombiana en constante movimiento que hace difícil encontrar la paz. Allí es factible encontrar algunos sitios donde se respira paz, pero es mucho más fácil encontrarlos si tomamos cualquiera de las once salidas terrestres que tiene la capital colombiana en dirección hacia municipios pequeños, ubicados en lugares cerca de Bogotá.
¿Quieres reencontrarte con la paz fuera de Bogotá?
1. Girardot
A dos horas y media, en dirección hacia el sur del país, está Girardot. Pese a los casi 30 ºC de temperatura media durante el día, este paraíso pueblerino de casas pequeñas y gentes amables nos muestra lugares históricos alejados del ruido de la capital que permiten a propios y foráneos respirar un ambiente de tranquilidad, paz y recogimiento a las orillas de la inmensidad del río Magdalena, cómplice perfecto para una fotografía inolvidable.
2. Chía
En dirección opuesta, atravesando toda la Autopista Norte de Bogotá y a menos de una hora, existe un municipio de majestuosas casas y centros comerciales de gran magnitud: Chía. La temperatura es similar a la de Bogotá. Este municipio es un paso casi obligado para llegar a Bogotá y, por lo tanto, está muy transitado. Pero al estar enclavado en la inmensidad de la sabana, permite alejarse hacia sus verdes campos llenos de cultivos y volver a respirar el aire que las ciudades principales ya no tienen. ¿Qué te da más paz que eso?
3. Ubaté
Sobre esa misma vía, un par de horas más adelante, te encontrarás de frente con un municipio en el que las vacas lecheras, los quesos más ricos del campo y las fresas rojas cuasi perfectas son las características principales. Detenerte en cualquier paradero te garantiza un pasabocas exquisito para tu paladar. No querrás irte nunca de Ubaté.
4. Zipaquirá
Siguiendo esta vía, existe un desvío para internarse en una montaña a más de 180 metros de profundidad. La Catedral de Sal se ubica en Zipaquirá, municipio en el que las casas piden a gritos ser fotografiadas y recordadas ante el paso del tiempo. Dicen quienes han entrado que la sensación de paz que se genera dentro de este lugar santo es indescriptible. Vivir cerca será una bendición.
5. Villa Leyva
Por último, está Villa de Leyva, patrimonio histórico y cultural que aún conserva las casas construidas en la independencia de Colombia. Han pasado dos siglos y la infraestructura de este sitio permanece intacta. Cada rincón de este mágico lugar guarda miles de historias que tienen el poder de hacerte olvidar todos los problemas que puedan existir, reencontrarte contigo mismo y vivir en paz.
¿Has elegido ya alguno donde vivir?