En el mundo hay tendencias y ahora le ha llegado la hora al tiempo del alquiler. Los precios alcistas están por todas partes y en muchos países la clase media está encontrando muchas dificultades para conseguir un hogar.
Por ello hay más de un gobierno que ha puesto sobre la mesa la idea de limitar el alquiler y esta es una medida a la que icasas quiere responder por las desastrosas consecuencias negativas que puede conllevar.
Pero como sabemos que hemos dejado caer muchas veces esta idea, pero nunca la hemos explicado paso a paso, ahora ha llegado el momento de sentarse.
Limitar el precio del alquiler no es la solución
Y si te decimos la verdad, entendemos a la perfección que para muchas personas suponga una oportunidad.
Después de todo, se mira con la puerta abierta a que muchos más pueden acceder a una vivienda.
Sin embargo, aquí hay gato encerrado.
Si la respuesta a los problemas complejos fueran las respuestas tan fáciles seríamos mucho más felices.
Pero por desgracia hay mucha más tela que cortar.
Limitar el precio del alquiler conlleva tres puntos negativos:
- Limitar el precio del alquiler es una medida contraria a aumentar la oferta de viviendas
- A nivel técnico es muy complicado limitar el precio y florece el dinero en negro.
- Implica subida de precios al final.
¿Los analizamos?
Un descenso de oferta en el mercado de la vivienda
Sé que es mucho más tentador ponerse en los pies del arrendador, pero también hay ocasiones en los que hay que darle la vuelta a la tortilla.
¿Alguna vez se piensa en el arrendador?
Un arrendador coloca su vivienda en el mercado porque puede obtener una rentabilidad con ella.
Sin embargo, si se le limita esta posibilidad lo más probable es que tome cualquier otra decisión.
Se reducirá la oferta .
Florecerá el dinero en negro
El principal problema de colocar un límite al alquiler es que es muy complicado ponerle límites al campo.
Entonces, sucederá que los arrendatarios se buscarán otras maneras de maximizar sus ganancias.
Y ahí es donde entra el dinero negro.
A día de hoy ningún país del mundo ha desarrollado un mecanismo que de verdad permita controlar este tipo de pagos.
El precio seguirá subiendo y encima sin garantías.
Implica una subida de precios final
El resultado es que la zona donde se aplica el límite del alquiler cada vez tiene menos oferta y las zonas colindantes aprovechan para aumentar los suyos, ya que la demanda de un hogar sigue ahí.
Por tanto, aunque en las zonas más candentes puede que el precio disminuya —y aun así hay que considerar las cantidades que se mueven en B—, la realidad es que el efecto se traslada solo a otras zonas.
Conclusiones a los límites al precio del alquiler
En todos los países donde se ha presentado esta medida ha acabado por haber consecuencias negativas.
Si Colombia decide implantarlo en algún momento habrá que ver qué sucede.
Por ahora toca seguir jugando con las mismas normas.