Acabas de firmar tu contrato de arrendamiento y te sientes pletórico. Comienza una nueva vida, el hogar de tus sueños te espera y acabas de depositar la fianza que marca la ley para este tipo de relaciones con la seguridad de que, como vas a ser el mejor inquilino posible, cuando la vigencia termine la recuperarás sin ningún tipo de problema. Pero, ¿sabes cómo comportarte para asegurar esta realidad?
Pautas de comportamiento para recuperar la fianza
Sabemos que eres una persona tranquila y sosegada. De esas que cuida cada rincón de su vida como si le fuera todo en ello. Sin embargo, a la hora de atender las necesidades de un inmueble hay una serie de aspectos sobre los que hay que fijar la atención. Son estos:
- Lleva todos los gastos al día.
- Respeta lo pactado en el contrato de arrendamiento.
- Avisa con antelación antes de rescindir la relación contractual.
- Cuida del lugar como si fuera tu propiedad.
¿Te apetece que los desarrollemos un poco más?
Lleva todos los gastos al día
Sabemos que es una perogrullada. Pero si quieres ver el dinero que has invertido en la fianza, vas a tener que cumplir a rajatabla con todas las mensualidades. De esta manera, haz frente al pago de la renta y los suministros y no acumules deudas indeseadas.
Cualquier impago le servirá al casero como pretexto para no devolverte la fianza… y es que son más listos que el pan.
Respeta lo pactado en el contrato de arrendamiento
Un contrato es lo más parecido a un texto sagrado que existe en una relación de arrendamiento. Así, la devolución de la fianza dependerá de si pecas durante la vigencia de este.
Al fin y al cabo, las cláusulas que has firmado en el contrato de arrendamiento están ahí para cumplirse. De nada te va a servir saltártelas para hacer lo que te plazca durante tu estancia en el hogar.
De esta manera, si quieres que al final del contrato te devuelvan la fianza, vas a tener que evitar meterte en líos.
Avisa con antelación antes de rescindir la relación contractual
Sabes que un contrato de arriendo no es una relación para toda la vida, pero tampoco es papel mojado. No puedes romperlo cuando quieras y esperar que la fianza vuelva a tu bolsillo. La vida no funciona así.
Si quieres rescindir el contrato tienes que informar al casero de tu marcha con un mes, como mínimo, de antelación.
Cuida del lugar como si se tratara de tu propiedad
Cuidar algo nuestro es una elección. Ahora bien, hacerlo con lo de los demás es una obligación. Por tanto, al vivir en un inmueble que no es tuyo tendrás que concienciarte de cuidarlo a capa y a espada.
El hecho de vivir de arriendo no te da la libertad para hacer lo que te venga en gana. Debes mimarla como si fuese tu propiedad, como si la hubieras pagado tú mismo. Por si no lo sabías, el propietario podrá utilizar tu fianza para sufragar los desperfectos que hayas ocasionado.
Estos son nuestros consejos para que no se te escape la fianza de ninguna manera. Esperamos que te sirvan y que nos coloques en los comentarios cualquier elemento adicional que te gustaría sumar a la lista. Además, te recomendamos que visites nuestro apartado sobre arriendos. Quizás ahí encuentres la próxima casa de tus sueños. Quién sabe.