Las cooperativas son mejor ejemplo de economía solidaria. Funcionan así: trabajadores o usuarios se agrupan para producir y adquirir bienes o servicios que satisfagan sus necesidades (Ley 79 de 1988). Un modelo que resulta muy rentable para adquirir vivienda. Te explicaremos por qué.
1. Integración al mercado
Hace 20 años, en Colombia adquirir un inmueble era un privilegio. Eran muy altos los costos para comprar una vivienda y la oferta de casas o apartamentos a precios asequibles era muy escasa. Así que la ley 454 de 1998 reguló el marco jurídico de la economía solidaria, lo que modernizó nuestro modelo de gestión cooperativistas y fortaleció nuestra naturaleza empresarial.
De esta forma, las cooperativas de viviendas comenzaron a jugar un rol importante en el mercado financiero, integrándose como ejecutores de soluciones alternativas inmobiliarias.
Desde 2003, el crecimiento del sector inmobiliario está en ascenso. En 2016, Fenalco reportó que el 45 % de las familias colombianas tiene su propia vivienda. Sin duda, existe una aportación sustancial en cuanto a la reducción del déficit de viviendas.
2. Ventajas de las cooperativas
La máxima que prevalece es el beneficio común y equitativo, debido a que nos constituimos como empresas sin ánimo de lucro en las cuales:
- Los asociados son sujetos y actores activos de la economía.
- El ingreso y retiro del asociado es voluntario.
- Los asociados adquieren los mismos derechos sin importar la cantidad de aportes.
- La participación económica se da en igualdad de condiciones.
- Las decisiones se toman en una asamblea, a la cual tienen acceso, voz y voto todos los miembros.
- Si hubiere dividendos, estos deben reinvertirse en el bienestar de los asociados.
3. Beneficios en la compra de vivienda
- Si eres asociado, los estudios de crédito tardan menos y tienes tasas de interés preferentes.
- Los créditos de vivienda podrían ofrecerte tasas de interés más bajas respecto al mercado bancario.
- El espíritu solidario prima sobre la rentabilidad, así que el costo de construcción puede ser más bajo sin afectar la calidad de la obra.
- Como con cualquier crédito, se financiará hasta el 80 % del valor comercial de la vivienda.
4. Afiliarse
Antes de integrar una cooperativa pregunta en la Superintendencia Financiera sobre el estado de la misma. Una vez te afilies, analiza con asesores cuáles son las opciones más convenientes para solicitar un crédito de vivienda. Quizá te ofrezcan un ahorro programado durante un tiempo definido. Ten presente que es una forma que se utiliza en algunas entidades para determinar el comportamiento financiero. Así que la mejor referencia es el pago a tiempo de la cuota de ahorro.
Recuerda que las cooperativas surgen con un fin altruista, solidario, de ayuda mutua, a diferencia de las entidades bancarias. Comprar una vivienda mediante este método resultará una experiencia positiva porque somos como gran familia financiera, esta es nuestra naturaleza económica.