Acabas de heredar una propiedad, pero no sabes qué hacer con ella. Tú ya vives tranquilamente en tu casa y por nada del mundo la cambiarías por otra. Entonces se te ocurre una brillante idea digna de Einstein: decides alquilar la vivienda. ¡Eureka! Pero reserva los apretones de manos y los abrazos para más tarde, porque acabas de detectar lo que viene siendo un problema: la casa da más miedo que la torre de Saruman. Entonces otra ocurrencia te viene a la cabeza, aunque esta vez no te sientes como un sabio: tendrás que remodelar la casa; tendrás que gastar algo de tu dinero para que posibles inquilinos no echen a correr nada más cruzar la puerta, como si hubiesen avistado un ejército de orcos. Pues para eso estamos nosotros, en iCasas nos gusta sentirnos como el buen samaritano que lleva a cabo acciones nobles, velando por tu bien y el de los tuyos.
Estos son los tips que te regalamos para que remodelar tu casa no se convierta en una pesadilla.
1. Detectar los puntos a mejorar: Ya puedes agarrar libreta y boli, porque tendrás que recorrer todas las estancias de la casa para anotar dónde has encontrado desperfectos; deberás examinar cada recoveco para saber si aparecen daños en la casa como si fueran caracoles después de un día lluvioso. Porque bien podría ser que haya llovido mucho desde la última vez que la vivienda fue sometida a una revisión. Intenta que no se te escape nada para que luego no sea demasiado tarde, como el periodista que no para de escribir durante una entrevista para no perder detalle.
2. Revisar tuberías: Métete en la piel de Súper Mario y comprueba el estado en el que se hallan las tuberías. Suele ser una de las áreas más deterioradas de cualquier casa, sobre todo cuando ésta lleva mucho tiempo sin renovarse. Tienes que averiguar si es necesario levantar el suelo en caso de sustituirlas, aunque puedes ahorrarte ese contratiempo aplicando un material como la resina. De esta forma, las cañerías podrán volver a utilizarse sin necesidad de cambiarse. En función del material del que estén hechas, deberá revisarse el caudal por el que corre el agua.
3. Ventanas y puertas: Que no cunda el pánico, pues sólo tendrán que cambiarse las puertas en caso de hallarse en muy mal estado. Si consideras que puedes mejorar su calidad sin necesidad de reemplazarlas, entonces significa que posiblemente se tengan que lacar con la ayuda de un rodillo. En cuanto a las ventanas, su aspecto lucirá como nuevo si se lijan los marcos.
4. Iluminación: Enciende los interruptores de todas las estancias. Si alguno no funciona, encuentra la caja de plomos para subirlos y bajarlos, así te asegurarás de que todo está en orden. Desenrosca y enrosca bombillas para constatar que no son las culpables de la falta de iluminación. Si crees que debes redistribuir los puntos de luz de la casa para poder ahorrar en electricidad, no lo dudes y hazlo. La iluminación es uno de los elementos que más se tienen en cuenta cuando se busca vivienda.
5. Renueva la cocina: Una de las partes de la casa que precisa de más arreglos es la cocina. Existen varios trucos para que renovarla no sea tan costoso como comprar un kilo de Caviar Almas. Si cambiar los azulejos resulta demasiado caro, siempre podrás pintarlos haciendo gala del talento artístico que hasta ahora habías escondido. En cuanto a los armarios, entendemos que puedan estar un tanto desvencijados, por ello te pedimos que recurras a vinilos de distintos materiales para revestirlos. Nunca sabrás si entre los próximos inquilinos puede haber un futuro chef que haga sus pinitos en la cocina de tu casa.
6. Cuarto de baño: Si al entrar en el baño tienes más miedo que Scooby Doo, eso quiere decir que ya viene siendo hora de cambiar los muebles. Deshazte de ellos y apuesta por las estanterías colgadas de la pared. ¿Y ahora a qué viene esa cara de disgusto? ¿Es por la bañera? Ya, por aquí pensamos lo mismo. Tus inquilinos no se lavarían ahí ni después de haber chapoteado en una charca. Pues reemplázala por un plato de ducha. Así también ahorrarás en espacio.
7. Seleccionar los productos o materiales: Una vez has inspeccionado la casa de arriba abajo como si estuvieras desenterrando minas, tendrás que hacer una lista de los acabados que necesitas para que la torre de Saruman se convierta en el Palacio de Buckingham. Ahí es cuando, tal vez, tienes que contratar la ayuda de un experto. La persona en cuestión podrá echarte una mano para que puedas saber realmente qué te hace falta. A no ser que tú mismo ya seas un entendido en la materia, claro. No creas que te estamos subestimando.
8. Comparar presupuestos y elegir profesional: Pero si finalmente resulta que no, que no tienes ni idea, que no sabes ni por dónde empezar al mirar tu libreta, deberás consultar con distintos profesionales. Arquitectos e interioristas podrán siempre aconsejarte. Elaborarán diferentes presupuestos para que te acabes decantando por alguno.
Bien. Si después de haber llevado a cabo todos estos arreglos la casa sigue sin rentarse, entonces es que os han echado un mal de ojo. Y ahí ya no tenemos antídoto posible.
Fuente de la fotografía: https://www.puntopropiedad.com/venta/casas-cundinamarca-tabio/casas-campestre-tabio_44744?param-urlBase=/venta/residenciales-cundinamarca-2_0_15_0_0_0 – Hugo Perez Finca Raiz