No hay que ser demasiado observador para percatarse de que la cocina será el lugar preferido de tu perro en tu hogar.
La comida es un estímulo superior a las fuerzas de cualquier can. Por ello, en esta zona hay que estar siempre ojo avizor para que no hagan alguna de sus trastadas.
Tu perro y la cocina: una historia de amor inesperada
Por ello, los cuatro puntos fundamentales para preparar tu cocina para la llegada de un perro son:
- Comedero y bebedero.
- No dejes nada a su alcance.
- La comida, fuera de donde pueda verla.
- Ojito con el cubo de la basura.
Comedor y bebedor
La cocina debería ser una de las estancias donde más asiduamente se realicen las acciones de limpieza. No en vano, el propio acto de cocinar conlleva, normalmente, que se ensucie todo un poquito más. Por ello, no existe un lugar mejor para colocar el comedero y bebedero que este. Así no te hará tanto daño que manchen el suelo mientras come o bebe.
Además, piénsalo. Si eres de los que acostumbra a comer en la cocina, podrás ponerle su comida mientras tú también disfrutas de la tuya. De esta manera no estará pajareando a tu alrededor.
No dejes nada peligroso a su alcance
Perros hay de muchos tamaños y algunos son todavía má altos que nosotros cuando se levantan con las dos patas traseras. Por ello, te recomendamos que no dejes a su alcance ningún objeto u instrumento con el que se puedan hacer daño.
Son curiosos por naturaleza y ya sabes lo que dicen, que mató al gato. Y es que, aunque se trate de otro animal, tienes que ser conscientes de que jugando con cualquier instrumento pueden ocasionarse un daño mortal sin percatarse. Siempre es mejor prevenir que curar cuando se trata de alguien de nuestra familia.
La comida, fuera de donde pueda verla
Los perros piensan con el estómago y esta es una lección que necesitas tener aprendida desde el principio. Por mucho que le enseñes, la mayoría acaba cediendo a la tentación en menos tiempo del que Adán y Eva tardaron en mordisquear la manzana prohibida.
Así que desde que ponga un pie en tu casa, te recomendamos que guardes la comida en un lugar donde no pueda verla. Así, además, le ahorrarás mucho estrés innecesario.
Ojito con el cubo de la basura
Este es el último consejo que te queremos dar en cuanto a preparar tu cocina para la llegada de tu perro. No está muy desencaminado de los previos. Al final, si huele algo que le llame la atención, no dudará ni un solo instante en meter la cabeza y tratar de sacarlo para disgustarse con su sabor… y esto acostumbra a terminar con un estropicio que tiene toda la basura por el suelo. Así que, o lo educas a la perfección y confías plenamente en él, o adquieres un cubo con un mecanismo de seguro para que los perros no puedan abrirlo. Créenos, nos lo agradecerás.