Por muy profesional que seas de un sector, siempre es posible cometer errores. Un asesor inmobiliario no es un superhéroe que puede con todo, sino que, detrás de la corbata, la disciplina y una sonrisa encandiladora, se encuentra una persona que puede errar. Por ello, hoy queremos comentarte cuáles son los flacos más comunes. ¡Así podrás evitar caer en ellos!
Asesor Inmobiliario: Errores más comunes
Si estás a punto de comenzar tu aventura como asesor inmobiliario, tengo que decirte que no se tratará de una tarea fácil. No quiero aminalarte. Mucho menos, conseguir que te des la vuelta. Pero creo que es necesario que alguien te diga la verdad entre tantos elogios, sonrisas y vítores de ánimo.
Un asesor inmobiliario no solo vive de los conocimientos que, como tú, tantos han acumulado. La intuición y la experiencia son elementos fundamentales. Sin ellos, tu carrera estará frustrada antes de que cuentes hasta diez.
Por ello, arrancar con una brizna más de conocimientos y ser consciente de cuáles son los errores más habituales que comete el asesor inmobiliario, es una ventaja que te colocará en primera posición en la línea de salida.
En esta tesitura, queremos mostrarte los errores más habituales que comete el asesor inmobiliario. Así no tendrás más excusa. No puedes caer en ellos. Mermarán tu efectividad en el mundo en el que te mueves. Estos son:
- No guardar correctamente la información de los clientes.
- Prometer más de lo que puedes cumplir.
- No sacarle partido a las herramientas tecnológicas
- Falta de una identidad comercial.
- No percatarse del perfil del cliente.
- Falta de seguimiento de los clientes.
Comencemos a analizarlos uno a uno.
No guardar correctamente la información de los clientes
Si ya va en el título, pero te lo vamos a repetir. Saber cómo organizarte va a ser fundamental en tu vida profesional. Es decir, no solo ahora que comienzas tu andadura como asesor inmobiliario, sino ante cualquier tesitura a la que te tengas que enfrentar.
Así que lo primero que tienes que conseguir son unas pautas de conductas físicas o digitales. Una agente y un calendario pueden ser fundamentales para tu tarea. Oblígate los primeros días a anotar cada detalle importante y, pronto, te cerciorarás de que de manera involuntaria, estás apuntando todo.
Imagínate si no en esta situación. Tenías que llamar a un cliente importante, pero no sabes cuándo te reunías con él. No has apuntado la fecha, pero es que tampoco eres capaz de encontrar su número de teléfono entre tanto documento mezclándose. Lo más probable es que pierdas la oportunidad de cerrar dicha venta. Todo por no tener un poquito más de orden.
Prometer más de lo que puedas cumplir
Todos cometemos errores. Desde pequeños creemos que nos vamos a comer el mundo y, en alguna ocasión, ante este exceso de bravuconería, acabamos sucumbiendo bajo nuestro propio peso y no somos capaces de cumplir con lo que se espera de nosotros. Pero bueno, que una cosa es decepcionar y otra muy distinta, hacerlo porque se nos haya soltado la lengua.
Es importante que seas sincero. Quizá la mejor palabra sea humilde. Tienes que transmitir realismo con tus palabras y satisfacción como consecuencia de tu forma de actuar. Si ya sabes que la verdad es la base de cualquier relación, incluidas las laborales.
En toda esta tesitura, ten siempre en mente la fábula de Pedro y el Lobo. Cuando quiso darse cuenta, sus gracias habían logrado que todas las ovejas perecieran a garras de este animal.
No sacarle partido a las herramientas tecnológicas
Quien no se adapta, muere. Actuar o morir. Si quieres competir con recursos de otro tiempo, vas a encontrarte en una desventaja tan grande que, desde aquí, te pedimos directamente que no inicies esta aventura. No tiene sentido. O estás dispuesto a darlo todo, o mejor dedícate a otra tarea.
Ah, ¿qué entonces te vienes? Entonces, lo primero que tienes que hacer es familiarizarte con las tendencias más vanguardistas del sector. Aplicaciones, programas, dispositivos electrónicos… Todos conseguirán que tu experiencia profesional sea apasionante. Después de todo, te va a permitir simplificar los procesos y lograr una mejor planificación y gestión de todas las tareas de tu negocio.
Ahora bien, te toca adaptarte y comprender el funcionamiento de cada una de ellas. No querrás parecer un abuelo pulsando la pantalla de un teléfono móvil por primera vez…
Falta de una identidad comercial
Cuando te pongas una meta a nivel profesional, que nunca sea la de realizar tu labor profesional mejor que la de tu competencia. Tu objetivo debe ser el de ser distinto. Diferenciarte del resto. Único. Que quien busque lo que tú ofrezcas solo pueda encontrarte a ti.
Trabaja en tu marca personal. Perfecciona la historia que quieras transmitir con tus servicios. Todo en este mundo es narración, pues tu objetivo siempre será el de acariciar los sentidos.
Así que ya está. Manos a la obra. Tu marca personal se tiene que encontrar en todos los aspectos de tu día a día. Actualiza tu web, cuenta tu historia, define tus tarjetas de presentación…
Al final conseguirás que con solo escuchar tu nombre, las personas te tengan como un gran referente.
No percatarse del perfil del cliente
Los clientes no son iguales. Es más. Cada cliente tiene que ser único. Especial. Diferente. Tratarle como si fuera de tu familia y dar el 100 % de tu talento y esfuerzo para conseguir sus metas.
Todo ello, lo conseguirás investigando su perfil de cliente. Cuál es su trayectoria. Qué conocimientos dispone. Vaya, que toda la información que puedas reunir sobre su persona conformará una herramienta fundamental.
Uno de las grandes virtudes que conseguirás gracias a esto es la de evitar estafas e impagos. Si conoces su historial de relaciones con otros profesionales, podrás evitar a aquellos que no te convengan.
Su historia puede marcar la diferencia.
Falta de seguimiento de los clientes
Este es un error tantas veces cometido que no entendemos cómo no se explica en los lugares en los que un futuro asesor inmobiliario acude para formarse. Tu relación con el cliente no termina a nivel profesional cuando se haya formalizado la razón por la que te haya contratado, normalmente una compraventa, sino que puede, y debe, perdurar en el tiempo.
Una vez llegue este momento, deberías continuar con el seguimiento de tus clientes. Permanece atento a sus circunstancias, pregúntales cómo han continuado sus actividades.
Vaya, que sienta que se le ha tratado como una persona y que no ha sido un mero número. Solo así se planteará repetir en el futuro.
Estos son los cinco errores más habituales que cometen los asesores inmobiliarios en sus primeros compases de trabajo. Ahora que ya los conoces, te toca evitarlos, darles la importancia que merecen y tener la capacidad de convertirte en el mejor profesional que tienes dentro.