Una pared desnuda se parece a una hoja en blanco: está ahí para ser rellenada. Pero no todo el mundo encara ese reto con el mismo entusiasmo. Una página vacía simboliza un auténtico terror para un escritor. Es la antesala del bloqueo, de la angustia, del miedo de quedarnos huérfanos de pensamientos en un momento decisivo. Aunque tendría que representar justo lo contrario. Ante una situación así, la imaginación debería volar tan rápido como un meteorito que deja tras de sí una larga estela de ideas, a cuál más original. Algo semejante a lo que ocurre cuando nos acabamos de mudar y contemplamos las paredes de nuestra nueva casa, que lucen más blancas que las cimas del Parque nacional de Los Nevados. En Punto Propiedad queremos recurrir a la fotografía para que puedas decorar las paredes de tu flamante hogar. Seguro que guardas montones de imágenes que has ido recopilando a lo largo de tu existencia y que jamás has sabido dónde colocar.
Pues para eso están las paredes. Son como el lienzo de un pintor. Si es que cuando nos ponemos en modo artista…
1. Si no sabes ni por dónde empezar y estás más perdido que un piojo en una peluca, aquí tienes unas cuantas ideas que te abrirán los ojos sobre cómo estructurar la decoración de la pared.
2. Aunque si le has echado un vistazo a los diseños anteriores y ninguno te convence, no dejes ningún hueco libre.
3. Un árbol genealógico sirve para que puedas conocer el recorrido histórico de tu familia a través del tiempo. Un árbol con fotos familiares viene a ser lo mismo.
4. Pasamos en el baño más tiempo del que pensamos porque somos más coquetos de lo que creemos. Por eso mismo no está de más decorar sus paredes como es debido. Y no con espejos, presumidos.
5. Los espacios de tránsito no sólo cumplen la función que su propio nombre indica. También sirven para que nos quedemos embobados contemplando su decoración mientras olvidamos adónde nos dirigimos.
6. Los colores pastel siempre transmiten calma y serenidad. Dotan al espacio de un ambiente tranquilo. Pero tampoco tenemos que ponernos excesivamente tiernos, que después empalagamos.
7. De repente, los ciervos han irrumpido en nuestros hogares a base de embestidas de cornamenta hasta que han traspasado paredes. Un símbolo de modernidad que puede convivir con la fotografía.
8. Enmarca tus aficiones en la pared para que todo el mundo las conozca cuando pisen tu casa. Eso sí: un mueble vintage para aderezar la combinación nunca está de más.
Pues eso: ¿a qué esperáis para darle a vuestras paredes ese toque fotográfico para que vuestro nuevo hogar rezume arte por todos sus poros?