El crowdfunding está revolucionando todos los sectores. Esta inocente práctica que surgió casi de casualidad como vía para que los artistas encontraran vías de financiación para poder llevar sus historias a toda las personas que estuvieran interesadas y que no tardó en extenderse al mundo de la pequeña y de la mediana empresa, hoy en día forma parte de las estrategias económica de grandes sectores, como puede ser el inmobiliario. Por ello, hoy te queremos contar cómo funciona este camino.
¿Qué es en sí el crowdfunding?
Por si acaso no estás demasiado versado en materia de crowdfunding, lo primero que queremos hacer es definírtelo. Sin embargo, para ello vamos a dejar a un lado todo término técnico y te lo contaremos de una manera que hasta tu abuela podría entenderlo.
De esta manera, te podemos explicar que el crowdfunding es un modelo de financiación en el que cual se presenta un determinado proyecto y se anima a quien quiera, a través de una plataforma, a formar parte de aquellos que aporten los fondos necesarios para que pueda funcionar.
A cambio de ello, se les entrega una serie de recompensas que variarán en función de la cantidad entregada.
Las personas que aportan a los proyectos se definen con el término de mecenas. Es importante que la jerga te sea familiar.
¿Qué tipo de crowdfunding se emplea en el sector inmobiliario?
Como te puedes imaginar, no solo existe un tipo de crowdfunding. Las modalidades son muy variadas. Sin embargo, hay uno en el sector inmobiliario que predomina por encima del resto. Se trata del crowdfunding de inversión.
En este caso, los mecenas no acostumbrarán a obtener recompensas físicas, por llamarlas de alguna manera, sino que esta suele ser la participación a modo de accionista en la compañía pertinente. Es decir, que se subastan parte de las acciones de la entidad, de tal manera que quien compre podrá acceder a tener voz y voto en el camino de la misma.