¡Feliz día del beso! Sí. esta fecha nos gusta mucho más que cualquier otro día de los enamorados. Está menos trillado, puede que su significado sea más bonito y, oye, que a todos nos gusta irnos a la cama con un beso. Nos permite sentirnos seguros. En casa. Sabiendo que, pase lo que pase, la persona con la que compartimos lecho u hogar no nos hará nada malo. Que estamos protegidos contra la adversidad del día a día.
La importancia del día del beso en un hogar
¿Sabes qué? Existen muchas clases de besos en el hogar. Están los familiares, los besos fraternales, los de amor y cariño, y aquellos que denotan una pasión desenfrenada. Y la verdad es que pese a que nos podríamos tirar horas y horas charlando de cada una de estas tipologías, hemos decidido centrarnos en los besos de amor y cariño.
Nos parecen los más especiales. Son los que vencen al paso de los años. Los que suponen una victoria contra la rutina y una sonrisa a pesar de que todo pudiera haber ido mal. Son los que salvan vidas y los que las cambian a mejor. Así que, ¿cómo no nos íbamos a centrar en ellos?
Sin embargo, ¿sabes qué es lo mejor de los besos? ¿Recibirlos? No. Para nada. Lo más importante es hacer tan feliz a la persona que tienes delante que para demostrarlo quiera regalártelo. Solo funcionan de esta manera. Generando felicidad. Consiguiendo que la vida de quien te acompaña sea especial cada día. Sin descanso, sin flaquear. Los besos son la melodía de una realidad feliz y para ello no existen huelgas o tiempos muertos, sino solo convicción de que se trata de lo más importante de tu vida.
Por todo ello, nos hemos lanzado a la aventura. Podríamos haberte propuesto las realidades más variopintas, pero nos hemos quedado con la que nos parecía más divertida. Hoy esto va de sorprender. Así que te hemos planteado tres planes para conseguir sorprenderla.
Da la vuelta al mundo con ella
¿Estamos escuchando ya excusas? ¿Nos estás diciendo que no tienes dinero o tiempo? Por favor. ¡Si quieres sorprender la creatividad es fundamental! Cuando tengamos un muro delante no nos rendimos, lo escalamos. Solo así podemos conseguir que la vida, que es más dura que cualquier siete mil, conjure con nosotros para lograr nuestras metas.
Pero bueno, que en realidad sí que entendemos tus dudas. Y es que entre los precios de los arrendamientos que no paran de subir, que el trabajo no deja de ser uno con una calidad precaria y que estamos tan liados que lo de robarle al calendario ochenta días para lograr esta epopeya, parece complejo.
No obstante, hay maneras de lograrlo sin salir de casa. Sí. Como lo estás leyendo. Y para ello solo necesitas un proyector y una cámara de fotos (aunque vale el celular). Bueno, vale, lo último no es necesario, pero ya que nos proponemos dar la vuelta a este planeta, lo mínimo es retratarlo para la posteridad y hacer de rabiar a tus amigos.
Proyector a la pared y sonrisa en la cara. Hazte mil fotografías por todas las ciudades del mundo que quieras visitar y después vivid el mismo viaje todas las veces que os haga falta.
Un juego de pistas
¿Que no tienes proyector o quieres sumar más puntos a tu cómputo hoy? Pues no pasa nada, que tenemos más ideas preparadas. Será por creatividad, que aquí hemos venido a pasárnoslo bien, además de lograr esa sonrisa tan ansiada. Nunca es suficiente si la dicha es buena.
Y puede que esta idea te parezca una tontería, pero en el mundo no hay nada mejor que abogar por ser tan felices como un niño cada vez que tienes la oportunidad. Por ello, y siempre a modo de sorpresa, preparar un juego de pistas, una especie de puzle, para que se vea sorprendida desde el momento en el que entra por la puerta, puede ser una gran idea.
Eso sí, las pistas no pueden ser aleatorias. ¡Trabaja mucho este sentido! Consigue que estén relacionadas con algo propio. Esto es, con una realidad que haya tenido importancia a lo largo de vuestra vida y a la que te quieras agarrar para decir te quiero. Dicen que las palabras importan, pero es mucho más importante demostrar los sentimientos con los hechos.
Un final con baile improvisado
Este es el último plan que te proponemos. El final de altura para concluir la función. Telón bajado y todo oscuro. Se rompe el silencio con la chispa de una vela que se prende y suena vuestra canción, sea cual sea, mientras apareces bien vestido e invitas a bailar a quien te mira con unos ojos dispuestos a comerte.
La música es capaz de hablar por nosotros. Es el lenguaje de las emociones. Alberga secretos que nadie más conoce.
¿Tú en qué casa recuerdas haber tenido el beso más bonito del mundo? ¡Déjanoslo en los comentarios!