Un lugar que impresiona. Lo cojas por donde lo cojas, lo mires por donde lo mires. Sobre todo si lo haces desde las alturas, pues la forma de un ángulo recto siempre suele asociarse a la virtud, o al menos eso decía el escultor Eduardo Chillida. De ahí que su apariencia de “L” invertida cuando se observa desde la lejanía configure una estética que, matemáticamente, apela a la belleza. Así es Bocagrande, uno de los barrios más singulares de Cartagena de Indias. Un sitio sobrecogedor incluso a vista de pájaro. Un enclave donde muchos querrían anclarse para vivir.
¿POR QUÉ BOCAGRANDE?
Porque representa la modernidad, el diseño, la exclusividad. Y con exclusivo nos referimos a que no todo el mundo puede permitirse el lujo de poder vivir rodeado de comodidad y seguridad. Se trata de un vecindario elitista, eso es cierto. No está al alcance de todas las economías. Pero sería casi insultante no reservarle un post a un barrio considerado como una de las cunas del turismo en Colombia. Este sector ubicado al sur de la Ciudad Amurallada concentra una enorme cantidad de cadenas hoteleras internacionales. ¿El motivo por el que se han establecido ahí? Pues las playas, por supuesto. El mar que lame la costa de Bocagrande es uno de los puntos del Caribe colombiano más visitado por los turistas.
El paisaje dorado de sus playas contrasta sobremanera con numerosos rascacielos que rozan las nubes, muchos de los cuales ofrecen al turista unas vistas privilegiadas del litoral caribeño. Basta con levantar la cabeza continuamente al pasear por sus calles e intentar no padecer tortícolis. Un ejemplo de la altitud de sus edificios podría ser la Torre de la Escollera, cuya construcción se quedó sin concluir y que constituye casi un símbolo del barrio. Algo que siempre acude a la mente de cualquier colombiano cuando piensa en Bocagrande.
SU PLAYA, UN GRAN ATRACTIVO
Pero si hay algo por lo que se conoce a Bocagrande alrededor del país es por su playa, la más famosa de Cartagena de Indias, una de las más visitadas del lugar. Los turistas se resisten a irse cuando se acerca la fecha de volver a casa, y aquellos que deciden pasar un fin de semana en la zona prolongan sus estancias. Y no es que el motivo que los ata a Bocagrande sea un secreto inconfesable, pero si así fuese, la brisa del mar podría desentrañar tal misterio. La playa está situada sobre la misma península, al sur del centro histórico, y se puede acceder a ella a través de la Avenida San Martín. El regateo puede experimentarse en la misma arena de la costa, pues negociar el precio de un parasol o de una silla para acomodarte a tus anchas en la playa se convierte casi en un arte. Porque no hay nada mejor que refrescarte a orillas del Caribe que saboreando algún jugo o alguna cerveza bien fría. Los productos autóctonos del lugar se cuentan a montones.
REPLETO DE RESTAURANTES Y CENTROS COMERCIALES
La oferta de ocio en Bocagrande es más variada que la carta que ofrecen los propios restaurantes que invaden sus aceras. Si se trata de saciar el apetito en el barrio, éste no se queda corto, antes todo lo contrario. Pasear la mirada por las fachadas de sus glamurosos establecimientos es una de las formas más comunes de perder el tiempo. Antes hablábamos sobre la Avenida San Martín, y a ella tenemos que volver si queremos destacar la inabarcable cantidad de locales que harán las delicias de sus comensales. En El Muelle del Chef se pueden pasar veladas de lo más románticas, donde los sabores del mar son el elemento central de todos sus platos. Aunque si lo que deseas es degustar recetas de las distintas regiones colombianas, deberás reservar mesa en el Etnía.
Sólo apto para los paladares que amen lo tradicional, lo de casa. Pero todavía se puede estrechar más el círculo, todavía podemos acercarnos más a lo local, a aquello típico de Cartagena de Indias: a La Olla Cartagenera, un restaurante autóctono donde los haya.
Pero al final no todo será hincharnos la panza, ya que existen aquellos que prefieren entretenerse deteniéndose delante de los escaparates de las tiendas. Y no será por falta de comercios por lo que se caracteriza Bocagrande. Se despliegan en el barrio un gran número de establecimientos donde derrochar nuestros ahorros, si es preciso. Para muestra está el centro comercial Plaza Bocagrande, donde uno puede enloquecer poniendo los pies en cada uno de sus pisos, ahí donde se concentran una gran variedad de marcas como Tous, Adidas o Tommy Hilfiger.
Así es Bocagrande, un barrio donde impera el bienestar, que vela por la seguridad de sus habitantes, que garantiza calidad de vida.
Totalmente de acuerdo con el artículo. Vivir en Bocagrande es absolutamente delicioso.
Está cerca todo: bancos, templo, centros comerciales y demás.
Totalmente.