¿Qué pensarías si tu casa o apartamento, además de ser tu lugar de residencia, fuese considerado como un purificador de aire? ¿No te parecería genial? Al menos no puedes negarnos que suene bien. ¿No te sentirías orgulloso de vivir en un sitio así? La evolución de la construcción hacia modelos arquitectónicos amigables con el ambiente convierte esa opción en una realidad factible. ¿Sabes cómo? Pues con los anti smog building: auténticas torres depuradoras. Una ventaja que significa un plus para cualquier construcción que se precie. Si te hallas en proceso de búsqueda de tu futura vivienda, seguro que valorarás algunos aspectos fundamentales del edificio a la hora de negociar su precio, tales como su diseño, su ubicación, sus acabados… Aunque también deberías agregar otra factor más a esa lista de condicionantes, y ese no es otro que los componentes que convierten a un edificio en anti smog.
¿No te gustaría vivir en ciudades que tuvieran la capacidad de combatir la contaminación que producen? Se trata de una batalla muy importante, sobre todo al considerar a Colombia como uno de los países latinoamericanos que más invierte en vivienda e infraestructura. Los anti smog building incluyen en sus instalaciones zonas verdes y jardines en las terrazas y fachadas de los edificios, así como también implementan el uso de tecnología y la aplicación de módulos plásticos recubiertos por un compuesto de dióxido de titanio (tiO2) a la estructura del diseño. Este elemento químico reacciona con la luz solar, por lo cual se reducen del dióxido de nitrógeno y otros gases contaminantes.
¿Sabes cuáles son las características de los edificios anti smog?
Ubicación
Los anti smog building están ubicados, generalmente, donde hay una mayor producción de gases tóxicos. Las avenidas de las ciudades, por poner un ejemplo, son algunos de los enclaves donde se construyen estos edificios debido al elevado tráfico de vehículos. Aunque los núcleos industriales también son susceptibles de instalar este tipo de construcción.
Agua
Las construcciones de los anti smog building poseen un mecanismo de almacenamiento de aguas pluviales, cuyo uso se determina según las circunstancias climáticas.
Módulos de plástico recubiertos con dióxido de titanio
La arquitectura anti smog presenta estructuras de superficies amplias donde existe mayor contacto directo con la luz solar, permitiendo que la reacción provocada por la fotosíntesis abarque más horas del día. Así se reducen los niveles de polución y, además, disminuyen el calor del interior del edificio y la exposición directa a los rayos solares.
Sistemas verdes
Aparte de los módulos, otro aspecto bastante visible de los anti smog building es un jardín en la terraza que forma verdaderos ecosistemas catalizadores de gases.
Las principales ciudades del mundo registran niveles altos de contaminación, y Colombia no es ajena a esta situación. Sin ir más lejos, en febrero de este año la revista Semana publicaba un artículo titulado “Bogotá 2600 metros más cerca del smog”. Y en marzo, el diario El Colombiano decía que “Medellín en alerta naranja por contaminación”. Los gobiernos empiezan a tomar decisiones, tal es el caso de China, que estudia la prohibición de carros que funcionen con combustibles fósiles. Ya sea gasolina o ACPM. Medidas que atacan la fuente de la producción de los gases. El sector de la construcción hace su aporte con los anti smog building, torres que – como los árboles – absorben el aire contaminado para purificarlo.